Desde el 1º de julio, plataformas de contenidos audiovisuales on demand, tales como Netflix, Disney+, Amazon Prime Video, HBO Max o Apple TV deben ceder entre la quinta y la cuarta parte de sus ingresos a la producción local francesa.
Un nuevo decreto en Francia impone a los grandes streamers de contenidos audiovisuales el pago de un importante gravamen: “Deberán dedicar al menos el 20% de la facturación que realizan en Francia a la financiación de la producción de obras cinematográficas y audiovisuales europeas o en francés”, señaló la ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, en un comunicado. Este decreto equipara las obligaciones tributarias de dichas plataformas con el resto de los servicios audiovisuales del país. El porcentaje aumentaría a un 25% para los servicios que ofrezcan contenido audiovisual estrenado en salas durante el último año.
Por su parte, el gobierno francés ha facilitado a las plataformas la posibilidad de difundir películas estrenadas en los últimos meses, en contrapartida a los tres años que debían esperar antes.
Asimismo, la normativa incluye cláusulas de diversidad y de propiciar la difusión de producciones independientes, que tienen por objeto evitar que los streamers se limiten a la exhibición de películas de grandes presupuestos. Este decreto se enmarca en una reforma general del sector audiovisual, que busca una mayor y mejor financiación de producciones independientes francesas y europeas, en general.
La medida fue anunciada en octubre de 2020 por la misma ministra Bachelot, quien comparó la iniciativa con la de la ley sobre la venta de libros de 1981, que establecía un precio único en todo el país, con el objetivo de proteger a las pequeñas librerías.
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