Dentro del proyecto de la nueva Ley Audiovisual de España se ha propuesto que las empresas de contenidos audiovisuales on demand, como Netflix, HBO, Amazon Prime, Disney+ o YouTube, cedan el 1,5% de sus ingresos anuales para financiar la cadena estatal RTVE (Radiotelevisión Española) a partir de 2022. Tal planteo ha sido sometido por segunda vez a audiencia pública y se espera que se trate en el Congreso de Diputados a principios del año próximo. Este nuevo punto ha sido incluido en el proyecto de ley por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, que depende del Ministerio de Economía, equiparando a los grandes streamers con las compañías operadoras de telecomunicaciones y las cadenas de televisión, que hoy pagan esa misma tasa.
Por otra parte, se eliminaría el aporte del 0,9% que las empresas operadoras de telecomunicaciones hacen a la televisión pública española desde hace una década, bajo la condición de colaboración con el despliegue de las incipientes redes de 5G en territorio hispano. Sin embargo, las telefónicas que poseen sus propias plataformas de contenidos audiovisuales pagos, como Vodafone, Telefónica y Orange, mantendrán la obligación de pagar la nueva tasa.
Dicho proyecto de ley también permite a RTVE la comercialización de algunas formas de publicidad, como la de incluir anuncios en las retransmisiones online de sus contenidos. La financiación de parte de estas multinacionales a la televisión pública se da en el marco de la llamada “tasa Netflix”, cláusula de la nueva Ley Audiovisual, en la que se impone a los streamers estadounidenses “prestadores del servicio de comunicación audiovisual televisivo a petición” el pago de un 5% de sus ingresos para financiar la producción local.
La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones ha declarado que el cálculo del importe que las plataformas deberán abonar al Estado se hará sobre la base de los ingresos reales de estas, y no de los declarados. Pero la imposibilidad de auditar dichas ganancias dificulta el cálculo, dado que este parte de un porcentaje. A su vez, la mayoría de estas plataformas declara un número significativamente más bajo que el real, desviando los ingresos a sociedades radicadas en países con legislaciones fiscales más favorables, como los Países Bajos. El caso de Netflix, en su primer ejercicio fiscal en España, en 2019, muestra cómo el “gigante del streaming” declaró 540.000 euros de ganancia anual. Siendo que Netflix cuenta con 4,5 millones de suscriptores en España, esto significaría que, durante 2019, cada usuario español le abonó 0,01 euros por mes, cifra que deja en evidencia la gran evasión de la plataforma.
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