El pasado viernes 29 de julio se desató un incendio de gran magnitud en un depósito de la Cinemateca de Sao Paulo, que implicó la destrucción de cuatro toneladas de material. Se estima una pérdida de alrededor de un millón de documentos de la historia del cine brasileño entre copias de películas en soporte fílmico y guiones en papel.
El siniestro, que no registró heridos, se produjo mientras una empresa tercerizada efectuaba tareas de mantenimiento de los equipos de aire acondicionado y destruyó, al menos, dos salas con material audiovisual y una con archivos impresos. Según explicó la jefa de Bomberos de Brasil, Karina Paula Moreira, “el incendio se inició en una de las salas de colección de películas históricas del primer piso, que se divide en tres salas”. El vocero del cuerpo de bomberos de Sao Paulo, Marcos Palumbo, destacó que las condiciones altamente inflamables del material fílmico almacenado en el depósito propiciaron la veloz propagación de las llamas.
De los primeros informes sobre el material afectado se presume que este fue destruido en su totalidad. Esto implica un durísimo e irreversible golpe al patrimonio cultural de los brasileños, que deja a la vista la devastación de la cultura ejercida por el gobierno de Jair Bolsonaro, quien es responsable de la gestión de la institución. Joao Doria, gobernador de la ciudad de Sao Paulo, denunció el “desprecio por el arte y la memoria de Brasil”, y opinó que la desidia del Estado en materia cultural implica “la muerte gradual de la cultura nacional”.
Una semana antes del suceso, la Fiscalía había alertado al gobierno de Brasil de los posibles riesgos de incendio que corría la institución responsable de custodiar el patrimonio audiovisual del país. Hacia julio de 2020, el Ministerio Público de Sao Paulo había iniciado un proceso legal contra el gobierno federal por el abandono de dicha institución.
Laís Bodansky, Realizadora Audiovisual, declaró en sus redes sociales que "ya se sabía que esto podía ocurrir por la omisión del gobierno federal en la gestión de la Cinemateca”. Desde la asunción del actual presidente, se intensificaron los recortes de presupuesto al sector cultural. “Es un día de luto para el audiovisual brasileño, para nuestra industria cinematográfica brasileña, porque nuestra memoria está siendo borrada. Ya lo venían haciendo, era el plan”, denunció.
Los trabajadores del edificio de la Cinemateca publicaron un manifiesto, en el que califican al siniestro de “crimen anunciado”. “Desde hace más de un año denunciamos públicamente la posibilidad de un incendio en las instalaciones de la Cinemateca por la ausencia de trabajadores de documentación, conservación y difusión. Se advirtió sobre la posibilidad de que el accidente ocurriera en las colecciones de salitre de Vila Clementino, por tratarse de un material inflamable que puede quemarse sin revisión periódica”, reza el documento. “Muchas pérdidas podrían haberse evitado si los trabajadores hubieran sido contratados y participaran en las actividades diarias de la institución”, agregan los firmantes, antes de mencionar el despido del personal técnico de la Cinemateca en 2020 y los salarios que quedaron impagos. También subrayan lo esencial de la presencia de los trabajadores en la preservación del material, declarando que la “ausencia de un equipo técnico especializado durante un año tuvo consecuencias irreversibles para el estado de conservación de los materiales”, y que “solo con el regreso del equipo especializado será posible evaluar el alcance de las pérdidas y daños para que se puedan reanudar las actividades de conservación”.
Los trabajadores de la Cinemateca publican en el manifiesto un detalle de las pérdidas ocasionadas por el incendio:
“Del fondo documental: gran parte de los archivos de órganos audiovisuales extintos como parte del Archivo Embrafilme - Empresa Brasileira de Filmes SA (1969-1990), parte del Archivo del Instituto Nacional de Cine -
INC (1966-1975) y Concine - National Council de Cinema (1976-1990), además de documentos de archivo aún en proceso de incorporación”.
“De la colección audiovisual: parte de la colección de la distribuidora Pandora Filmes, copias de películas brasileñas y extranjeras en 35mm. Matrices y copias de noticiarios únicos, avances, publicidad, documentales, películas de ficción, películas caseras, así como elementos complementarios de matrices de largometrajes, todos los cuales son potencialmente únicos”.
“Parte de la colección de la ECA/USP - Escuela de Comunicaciones y Artes de la Universidad de São Paulo de producción estudiantil en 16 mm y 35 mm.”
“ Parte de la colección de videos del periodista Goulart de Andrade”.
“Desde la colección de equipos y mobiliario para cine, fotografía y procesamiento de laboratorio: además de su valor museológico, muchos de estos objetos eran imprescindibles para la reparación de equipos en uso actual, ya que se necesita maquinaria para exhibir o incluso duplicar materiales en película o video obsoleto y sin recambio en el mercado”.
“Infelizmente, perdimos una parte más del patrimonio histórico-cultural brasileño", finaliza el documento.
Mario Frías, secretario de Cultura de Brasil, atribuyó el incendio a las gestiones anteriores y declaró que “no se construye en un año lo que fue destruido en décadas”. Es importante destacar que, durante la gestión de Jair Bolsonaro, el Ministerio de Cultura de Brasil fue degradado a Secretaría, con un consecuente recorte presupuestario a la Cinemateca y el abandono, denunciado por artistas y trabajadores de la cultura, del mayor archivo de imágenes de Latinoamérica.
Kleber Mendonça Filho, Realizador Audiovisual, recordó que la Cinemateca llevaba un año cerrada, y lamentó la pérdida en sus redes sociales: "Nos quedamos sin los álbumes de familia de Brasil”. “Después del incendio en el Museo Nacional de Río (en 2018) y numerosos pedidos de ayuda a la comunidad del cine (veinte años atrás, hablé de esto en Cannes), no se hizo nada. No parece que esto sea un accidente”, agregó.
Por su parte, un grupo de diputados de la oposición presentarán una representación criminal contra la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal y el secretario Mario Frías. El diputado Paulo Texeira, miembro del movimiento, mencionó que Frías fue advertido del peligro de incendio por congresistas de la Comisión de Cultura en 2020. Toman parte de la denuncia las diputadas Jandira Feghali (PC de B-RJ), Alice Portugal (PC de B-BA), Benedita da Silva (PT-RJ), Maria do Rosário (PT-RS), Tadeu Alencar (PSB-PE), Lídice da Mata (PSB-BA), Sâmia Bonfim (PSOL-SP), Alexandre Pailha (PT-SP), Áurea Carolina (PSOL-MG), Orlando Silva (PCdoB)-SP), Chico D'Angelo (PDT-RJ), David Miranda (PSOL-RJ) y Túlio Gadêlha (PDT-PE).
Desde el conjunto de Realizadoras, Realizadores, Guionistas y Autores del sector Audiovisual latinoamericano nos solidarizamos con nuestros colegas brasileños. Lamentamos muchísimo el daño irreparable que esto provoca tanto a su patrimonio cultural como al de Latinoamérica.
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